sábado, 5 de septiembre de 2009
la rosa y las ovejas
yo crecí viéndote hermosa, y temiendo a tus espinas con las que tantas veces nos defendiste y que enseñabas amenazadora para que hicieramos lo que esperabas. yo crecí y fui conociendo otras realidades y te comencé a odiar porque habían más flores en el mundo. yo crecí y me di cuenta de que eras la flor con el olor más fragrante, pero también me di cuenta de que tus espinas no son suficientes para protegerte del peligro. allá afuera hay muchas ovejas dispuestas a devorarte sin temor alguno, que saben que tus espinas no las pueden dañar.
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